Barbara Blackburn fue la mecanógrafa más rápida del mundo. En 1985 el Guinness Book of World Records verificó que mantuvo una velocidad media de 150 ppm (palabras por minuto) durante 50 minutos.
¿Cómo podía Barbara escribir tan rápido, cuál es su secreto? La clave, por llamarlo de alguna manera, está en el diseño del teclado. Blackburn sólo tipeaba en teclados Dvorak, teclado que tiene vocales a un lado y consonantes en el otro, con lás letras más usadas frecuentementes en la fila central. «Tiene mucho más sentido que el estándar, el llamado teclado QWERTY (nombrado así debido a las 5 primeras letras de la fila superio)», dijo Blackburn. De hecho, fue debido al teclado QWERTY por el que suspendió mecanografía cuando estudiaba en el instituto.
«Tipear fue la perdición de mi existencia». Ella siempre recordó como su grado «I-minus» en mecanografía le impidió graduarse con la mejor nota de su clase, pues era una gran estudiante. Fue a posteriori, durante su primer año en la universidad de negocios, cuando Blackburn puso las manos en un teclado Dvorak. Ella se sintió como pez en el agua con el teclado. En pocos años su velocidad era de hasta 138 palabras por minuto.
Siempre llevó consigo su propia máquina de mecanografiar tipo Dvorak dondequiera que trabajaba después de la graduación en la universidad de negocios, su extraordinario talento le abrió camino. Cuando dejaba un trabajo y buscaba cambiar de aires, los ejecutivos se volvían locos tratando de contratarla como su secretaría personal.
Fue en la década de los 80 cuando logró su fama a nivel social debido a su habilidad. Entró en el libro GUINNES de récords mundiales dónde quedó registrada una velocidad máxima de escritura de 212 ppm. Además, protagonizó un anuncio comercial para la televisión para Apple Computers, que ofrecía un teclado conmutable Dvorak-Qwerty con su modelo Apple IIc. Mientras estaba en Nueva York grabando el anuncio, también apareció en el show de David Letterman en la televisión. Allí Letterman hizo una comedia de lo que se pensaba que iba a ser una seria demostración de su velocidad a la hora de mecanografiar, algo que no le sentó muy bien a Blackburn.
Sin embargo, cualquiera que haya visto sus dedos zumbando en acción, así como sus impecables resultados en papel (su frecuencia de error era de dos décimas del uno por ciento), no cabe duda de que Barbara Blackburn ocupará para siempre su lugar como la mecanógrafa más rápida del mundo. Blackburn falleció en abril de 2008.
Hoy en día las tecnologías han mejorado enormemente el aprendizaje de la mecanografía, pues incluso los más pequeños pueden aprender mediante juegos de mecanografía online.
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